Aunque lo ideal es no consumir alcohol, en caso de que se haga, se recomienda adoptar las siguientes pautas:
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Reducir las medidas o cantidades. Sustituir el recipiente en el que se suele beber por otro más pequeño, ayudará a reducir la cantidad de alcohol ingerida.
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Beber despacio y con tranquilidad (a pequeños sorbos). Nunca para calmar la sed.
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Si bebes alcohol, mejor con el estómago lleno.
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Evitar comer alimentos salados mientras se bebe alcohol, ya que aumenta la sed.
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No mezclar diferentes tipos de bebidas alcohólicas; alternarlas con agua.
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Soltar el vaso mientras no se está bebiendo. Si se mantiene en la mano se beberá con más frecuencia.
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Nunca mezclar alcohol con otras drogas o medicamentos, ya que se pueden intensificar los riesgos.
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Establecer unos días de la semana libres de alcohol.
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Ser consciente de lo que se bebe, fijar un límite de consumo.
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No se tiene que consumir alcohol porque otros miembros del grupo lo hagan.
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Nunca conducir después de haber bebido alcohol.